La realidad virtual puede transportarnos a diferentes escenarios deportivos, ya sea una competición, un entrenamiento al aire libre o un auténtico gimnasio. 

Para aquellos que practican deporte de manera profesional, la VR puede ofrecer ventajas en su entrenamiento. 

Gozarán de la posibilidad de vivir anteriormente aquello a lo que se van a enfrentar en el futuro, en el lugar donde lleven a cabo su práctica deportiva. 

Podrán planificar y mejorar estrategias, ensayar técnicas o incrementar su velocidad de reacción.

Por otro lado, los entrenadores podrán poner en práctica líneas de acción o planificación.